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Estaba en un lugar lleno de toboganes de agua con chicas del colegio.

Todas iban menos yo porque me daba miedo tirarme por el tobogán de agua. (Tengo el re miedo de morirme ahogada)

Vino Luli y me dijo que me tire por el tobogán y ella se tiró. Dije bueno, voy…

Me tire por el tobogán después de Luli y cuando llegué al final... Estaba en una habitación oscura. Después de unos minutos encontré el interruptor de la luz. Las luces se encendieron. Estaba en una habitación. Todo desordenado, todo tirado por todos lados. Dos camas deshechas. Una puerta del otro lado de la habitación.

Intenté abrir la puerta pero estaba cerrada con llave. Me di vuelta y mientras miraba la habitación desordenada pensé:“en algún lugar debe estar la llave”.

La busqué. No la encontré pero vi un palo de madera. Lo usé para abrir la puerta y funcionó.

Divisé un pasillo largo y oscuro. Solo podía ver en su final otro tobogán de agua. Supuse que era el último.

Pensé “paso corriendo por el pasillo y me tiro por el tobogán”.

Pasé corriendo. Pero en el medio del pasillo alguien me agarra de las piernas y me tira al piso. Me arrastra hasta otra habitación. No podía dejar de gritar en vano. Nadie podía escucharme.

Abrí los ojos y me encontraba boca abajo en el piso de otra habitación. Pude ver a Luli inconsciente, atada y con una cinta en la boca.

Me di vuelta y pude ver a la mujer que me arrastró hasta esa habitación.

Salió corriendo. La seguí. La alcancé. Sobre su ropa ella llevaba un plástico transparente. Se metió en una caja. Logré agarrarla de los brazos. Pudo soltarse de mi pero al instante le agarre un brazo con las dos manos sin dejarla escapar. Grité y grité, nadie vino.

Empecé a escuchar gente correr. La mujer empezó a desaparecer. Mientras más cerca escuchaba los pasos, más se desintegraba la mujer.

Llegaron Rocio y Luli corriendo. Me preguntaron qué había pasado.

Yo solo tenía un pedazo de plástico transparente en las manos.

Me levanté del suelo, abracé a Luli y le pregunté bastante alterada:”Adonde fuiste después de tirarte por el tobogán?”. Ella me respondió:”A ningún lado, subí a esperarte”.

Hoy tuve tres pesadillas seguidas.

Esta fue una… Muy de película, ¿no?