Ojalá que cada vez que te mires en el espejo, éste te devuelva la horrible imagen de tu ser.
Ojalá que no puedas expresarte en llanto con lagrimas sino con gotas de limón.
Ojalá que cuando estes muy feliz, tu cuerpo lo demuestre vomitando flores.
Ojalá que tu pelo sea sucio y asqueroso y oloroso como el de un puercoespín.
Ojalá que tus labios sientan el dulce sabor amargo de jarabe para anciano.
Ojalá que las conversaciones de las hormigas te perforen los oídos y no puedas dejar de escucharlas.
Ojalá que tu mente se llene de basura, y frases sin sentido.
Ojalá que tu único alimento sea comer cabezas de sapo.
Ojalá que al salir a la calle todos los perros del mundo te persigan como si quisieran comerte.
Ojalá que pienses con los pies y camines con las manos.
Ojalá que tu almohada te hable por las noches y no te deje dormir.
Ojalá que tus sueños se conviertan en tus peores pesadillas.
Ojalá que la puerta en tu cara se te cierre cada vez que quieras pasar la puerta de tu casa.
Ojalá que tus ojos se te caigan al estornudar, que tu lengua sea color verde, que al toser escupas mariposas y que no puedas dejar de abrazar a ese mismo frio semáforos.
Ojalá que tus brazos sean tan largos que se salgan por la ventana.
¿Quién me manda a decirte todas estas cosas?
No lo sé, no lo sé.
Ojalá lo supiera.
Es horrible y no me gusta, pero tiene todo lo que pidió la de lengua para aprobar…
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