Hoy cuando me levanté me propuse no escribir nada en el blog porque tuve un sueño raro que, bueno, involucraba al blog.
Pero ahora, navegando en el facebook, yendo de facebook en facebook, chusmeando los muro a muro y estando acá y allá y siendo omnipresente, me di cuenta que REALMENTE NO PUEDO CONFIAR EN NADIE. Y esto ya no es una exageración.
Estuve a punto de decirle algo MUY importante para mi a la persona equivocada. Menos mal que no dije nada…
Y para colmo justo ahora tengo señales de vida de ESA persona.
¡Carajos! ¿Por qué la vida se empeña en hacerme dar la cabeza contra la pared?
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